«Los países con democracias débiles son un gran negocio para las empresas»
Beatriz Jiménez es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y Postgrado en Integración internacional y países del Sur por la misma universidad. En el 2004 viaja por primera vez a Perú con una beca bajo el brazo, y trabaja en el diario La República primero y en La voz de la selva (Iquitos) después. Al finalizar la estadía vuelve a España para buscar trabajo, pero se le abren de nuevo las puertas en América, en concreto en el Salvador, gracias a otra beca de la AECI. Y de allí salta ora vez al Perú, donde se establece definitivamente en 2006. Actualmente trabaja en la prestigiosa revista de investigación Caretas -la decana de la prensa nacional en el Perú- y colabora con el diario español El Mundo. Aunque Jiménez desempeña fundamentalmente labores periodísticas, en los últimos años también ha ejercido como consultora de comunicación para diferentes ONG’s y para la cooperación internacional.
¿Qué es lo que aún le sorprende del Perú?
Perú sorprende continuamente ya que tiene muchos países en su interior. Me sigue impresionado que haya lugares como este donde aún habiten pueblos no contactados con la civilización.
¿Cómo definiría el Perú?
Es un país que intenta entenderse a sí mismo y buscar un camino inclusivo aunque con más de dos-cientos conflictos sociales al mes, sobre todo en comunidades indígenas, y diferentes desarrollos -costa y selva-. Humala, el actual presidente, ha optado por el desarrollo social.
¿Le toca al Perú seguir la senda de Lula e incorporar a la sociedad de consumo a gran parte de la población sin recursos?
Debe encontrar un modelo propio. Brasil es muy distinto del Perú, pero sí que es cierto que el Perú se ha dado cuenta de que el éxito como país es que se desarrollen todos, y no solo unos pocos. Y que el desarrollo no se limite al extractivismo, una economía que depende de los precios internacionales y con un costo ambiental y social muy grande. Hay que empezar a crear industria.
¿Y eso se está haciendo?
Todavía no. El actual gobierno es el primero que tiene ese discurso, pero aún no está andando hacía ese futuro.
¿Está más hipotecado a las grandes multinacionales de lo que esperaba?
Un historiador dijo en un artículo de opinión que no se sabe si Humala también está sufriendo una metamorfosis y no va a cumplir sus promesas electorales, como todos sus predecesores. Eso ha propiciado que aquí se deprecien tanto los partidos políticos, no hay credibilidad. Se ve a Humala como ‘capturado’ por las grandes empresas, tal y como le pasó a Atahualpa con los conquistadores españoles.
¿Existe la sensación de que el Perú está siendo colonizado de nuevo, ahora por multinacionales?
Sí, es un problema común en casi toda América Latina. Los países con democracias débiles son un gran negocio para estas empresas. Un país no puede desarrollarse sin empresas, pero lo que sí hay que hacer es endurecer leyes ambientales. Hay que lograr conjuga la extracción petrolera con responsabilidad empresarial y social. Hay más de 200 conflictos sociales al mes en el Perú, y casi 200 muertos desde el año 2006.
¿Estos conflictos distraen al gobierno de ocuparse de otros temas trascendentales como por ejemplo la desnutrición infantil?
En los últimos años se ha trabajado bastante en desnutricón infantil y se ha reducido algo, pero es un camino lento, y los conflictos sociales van en aumento. Una aspecto positivo que tiene el Perú y pionero en el continente es la ley de consulta previa, que obliga al gobierno a dialogar con las comunidades antes de conceder permisos de extracción, un convenio subscrito por todos los países sudamericanos pero que otros gobernantes como Chaves o Lula nunca han aplicado.
Comparando los demás países de la región, ¿cómo ve el Perú?
Está en proceso de desarrollo en todos los ámbitos. Sus cifras de crecimiento económico son similares a las de los gigantes asiáticos, más del 6% anual. El problema es que el crecimiento ha estado concentrado en zonas de la costa y no en la sierra o la selva, que ocupa el 60% del territorio nacional. La inclusión social es la gran asignatura pendiente para este país. Además, el Perú se encuentra en un momento de ebullición también en el campo de la cultura, por ejemplo. Pero todavía estamos a años luz de países como Chile.
¿En qué ha mejorado el Perú desde que llegó?
Ha conseguido consolidar su democracia. A estas alturas es difícil otro gobierno que retroceda como cuando llegó al poder Fujimori. El fujimorismo actual, la tercera fuerza en el congreso, está evolucionado y ya no postula con los mismos ideales que antes. Si Keiko -la hija de Alberto Fujimori- hubiera ganado las elecciones la población no hubiera permitido recortes en sus derechos, bien conocidos actualmente.
¿Y en que más ha cambiado?
Ha cambiado bastante. Por un lado ahora hay más conciencia social que antes, y el racismo, aunque todavía se dé, va a menos. El país va dando pasos grandes hacia una sociedad más justa. También se han construido más edificios, la gente tiene dinero en el bolsillo para gastar, la cocina peruana ha explosionado a nivel internacional y eso ha enorgullecido a los peruanos, etc.
¿Le sorprende que el pueblo peruano refrendara a Fujimori cuando ya llevaba unos años en el gobierno?
Sorprende que a día de hoy casi la mitad del país haya votado por Keiko Fujimori. El fujimosrismo instauró una forma de hacer política basada en el clientelismo, basado en la caridad y políticas sumamente populistas. Alberto Fujimori viajaba cada fin de semana a un sitio del país y regalaba ollas o electrodomésticos, y eso marcó mucho a la sociedad. Los demás partidos políticos han perdido toda credibilidad, por eso el fujimorismo aún es fuerte hoy día.
¿Cuál es la principal fortaleza de este país?
Su riqueza se basa se mucho en el extractivismo: minería e hidrocarburos. Este es un país con muchos recursos minerales, gasíficos, tierras fértiles…pero no es un país industrializado todavía.
¿Cómo ven los peruanos a España? ¿Ha cambiado su visión desde que hace unos años miles de ellos fuera a buscar un futuro mejor?
Siempre ha habido una relación algo conflictiva pero también de cariño. Aquí nos tienen más en cuenta de lo que nosotros los tenemos en cuenta en España. Aquí estamos presentes, hemos dejado huellas, muchas malas y otras buenas. Ha habido peruanos que han regresado al agrupar el dinero del paro y han puesto un negocio aquí. Cuando yo llegué al Perú España era vista como una oportunidad, todo el mundo quería ir. Ahora ya no existe esa idea.
¿Empiezan a venir españoles a buscar trabajo?
No hay una oleada migratoria fuerte ya que el Perú no está entre los países favoritos para los españoles a los que ir a vivir, pero un joven con carrera universitaria aquí tiene más posibilidades laborales que en España porque hay menos competencia. Sí hay oportunidades, y de hecho hay muchos españoles que han venido de manera temporal, con una beca por ejemplo, se han quedado a vivir.
¿Qué cuentan los peruanos que vuelven?
En determinados puntos del Perú hay cierto rechazo a todo lo que tenga que ver con España, por ejemplo en la sierra. Pero la vida diaria no se refleja, pocas veces se discrimina por ser español. Y los que vuelven ya te miran más de tú a tú. En el Perú hay muchas posibilidades laborales para profesionales de ciencias, como pueden ser expertos ambientalistas o ingenieros, pero actualmente rebajan las ofertas al conocer la necesidad que tenemos de encontrar trabajo.
Trabaja en una de las revistas más prestigiosas del país. ¿Qué opinión le merece la prensa peruana?
Es uno de los países con más medios de comunicación de América Latina, pero la mayoría trabajan en condiciones muy precarias, sobre todo fuera de Lima. La prensa, por lo general, no es seria, pero aún quedan diarios profesionales como el Comercio o La República. Aquí no hay problemas con la libertad de expresión, pero se maneja un discurso único porque se depende demasiado de las grandes empresas que son las que ponen el dinero. Durante la época del Alan García los medios favorables y detractores del gobierno estaban equiparados. Ahora con Humala casi todos andan en la onda oficialista, aunque esto va evolucionando. Es sorprendente que más de un 78% de la población no crea en los medios de comunicación. Eso es una herencia de Fujimori, que compró muchos medios.
¿Qué ofrece Caretas?
Investigación y análisis político. Tenemos más tiempo que la prensa diaria para preparar los temas, y por eso están más elaborados los artículos.
¿En el Perú aprende más profesionalmente o en el terreno personal?
De las dos maneras. Yo me hice periodista en el Perú, así que he aprendido a trabajar como los periodistas peruanos; y como persona me ha hecho crecer bastante.
¿Cree que el Perú contará más en el tablero internacional?
Depende de cómo evolucione la crisis mundial, pero opino que debería debería ser así.
¿Se ve muchos más años trabajando aquí?
Perú es un país que me ha acogido muy bien, nunca me ha faltado trabajo y mi pareja es peruana. Pero hay un par de cosas que te frenan para quedarte: una de ellas es que aquí la salud no es universal y gratuita y la educación es de muy bajo nivel. Si quieres tener hijos, o tienes una posición económica buena o estás expuesto a una vida peor que en una España en crisis. En el Perú se vive muy bien con dinero, sin él no se vive tan bien. Una vez sales de tu país no sabes cuándo vas a volver, la vida te lleva por diferentes caminos y a veces es bueno dejarse llevar.
¿Qué libro nos recomienda para entender mejor el Perú?
‘Los ríos profundos’, de José María Arguedas es un buen principio. Y por supuesto, las novelas de Mario Vargas Llosa; me quedo con ‘Pantaleón y las visitadoras’ y ‘Lituma en los Andes’ para entender el conflicto interno del Perú. Y de Alfredo Bryce Echenique ‘Un mundo para Julius’ para conocer Lima.
A Beatriz Jiménez se la puede seguir en:
@beajimenezt